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EL Comercio electrónico sin regulación
» El ejecutivo elaboró una ley para la comunicación y firma electrónica. Su aprobación generaría confianza entre las empresas extranjeras
ILUSTRACUI EDH OTTO HERNANDEZ
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CARMEN MOLINA TAMACASSábado, 7 de Febrero de 2009
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El correo electrónico es un elemento indispensable en la comunicación contemporánea. Ahorra tiempo y dinero y es una puerta de entrada al universo infinito de la información y el intercambio.
El ir y venir de "sobrecitos virtuales" ya es utilizado en muchos países como una herramienta para hacer negocios, a pequeña y gran escala. Ahora, si usted no quiere salir de su casa para comprar un objeto -desde los insumos para su empresa hasta un lapicero- puede hacerlo por Internet: realiza una búsqueda, compara precios y características y paga con su tarjeta de crédito. Obviamente esperará recibir a vuelta de correo, desde cualquier parte del mundo, un artículo como el que tanto necesita y le prometieron.
En muchos países, esas transacciones ocurren desde hace tiempo y son considerados comercio electrónico, o e-commerce, en su forma más pura. Su desarrollo ha fomentado que existan reglas y procedimientos en caso de que algo pase y que el consumidor o el proveedor no queden satisfechos con el resultado.
En El Salvador, el comercio electrónico ya existe. No sólo porque los clientes pueden ordenar libros, artículos para bebés y de oficina, por medio de Internet, a cualquier proveedor en el mundo, sino porque pueden hacerlo aquí mismo.
Por ejemplo, algunos almacenes locales ya permiten hacer compras en línea; empresas de telefonía ofrecen recarga de saldo en sus páginas web y enviando mensajes de texto en donde autoriza el cobro de servicios como el envío de salmos, bromas, compra de ring-tones y participación en rifas y sorteos. Pero si quiere hacer un reclamo o no está satisfecho con lo que recibió, ¿quién podrá defenderlo?
Salvo la Defensoría del Consumidor, que ha establecido límites y alcances de la actuación de las empresas locales, el comercio electrónico como tal no está regulado. Si usted quisiera llevar adelante un juicio mercantil por una transacción que realizó vía electrónica, ningún juez aceptará como válidos los documentos impresos de las comunicaciones, y mucho menos de los correos enviados y recibidos.
Esas transacciones comerciales que ya pueden realizarse, aunque son legales, "falta regularlas adecuadamente", como reconoce Sigfredo Figueroa, director ejecutivo del programa ePaís, que lleva a cabo la Secretaría Técnica de la Presidencia de la República.
Esta dependencia, con el apoyo de la Comisión Nacional para la Sociedad de la Información y consultores nacionales e internacionales, ha elaborado una Estrategia Nacional para que el país desarrolle y aproveche sus potenciales informáticos.
"Se definieron tres grandes líneas de trabajo: cómo se regulaba la comunicación y firma electrónica, la protección de datos y comercio electrónico. De todo eso, quizá lo más importante en este momento es el Anteproyecto de Ley de Comunicación y Firma Electrónica, porque eso le va a dar una legalidad a todas las operaciones electrónicas (...) Esa es la ley madre para que exista validez legal de todas las operaciones", destacó Figueroa.
En síntesis, el Gobierno considera que éste es el camino para regular el comercio electrónico en el país.
La comunicación electrónica es todo intercambio que se realiza por medio de Internet y sus múltiples herramientas: correo, video-llamadas, entre otras. La firma electrónica, la cual se utiliza en estas transacciones, no es, como muchos pudieran pensar, el facsímil de una firma: es una clave o código, producto de un proceso matemático, que permite hacer compras y ventas, con la garantía de inviolabilidad. La ley, no obstante, le confiere la misma validez que una firma de puño y letra en papel.
"Por e-commerce se conocen las transacciones que facilitan la venta de bienes y servicios por medio de Internet. Pero esa definición es angosta. Debería ser llamado e-bussines, ya que no sólo se hacen transacciones sino que se pueden vender servicios y crear redes en las cadenas de suministros más eficaces con socios y proveedores", dijo Oscar Herrera, consultor en la materia.
EL REINO DEL PAPEL
Hay empresas salvadoreñas que, desde luego, ya realizan transacciones comerciales internacionales; éstas se amparan en la legislación del país donde está establecido su contraparte y realizan todo en orden, comentó el gerente general de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CCIES), Rodrigo Ernesto Ayala.
Otras, como el asocio de Cuscatrading.com, se ha montado en la plataforma de la tienda electrónica por antonomasia, Amazon.com, para exportar. Uno de los precursores del e-commerce en El Salvador, latienda.com.sv, tiene un "Top 10" de los productos más buscados: cocina salvadoreña, comida típica, camisolas deportivas, libros de cultura e historia salvadoreña, entre otros.
Sin embargo, ese tipo de transacciones no es "lo más fuerte" del comercio electrónico, apuntó el experto en Internet e informática Rafael Ibarra. Destacó la importancia que en El Salvador ha cobrado la banca electrónica, ya que en una misma sesión, un usuario puede pagarlos recibos de sus servicios –agua, energía eléctrica, colegios y universidades-, evitando los inconvenientes de tener que hacer fila en un banco.
¿No es contradictorio que para iniciar algunos de estos trámites virtuales le piden que llegue en persona a una oficina y firme papeles? Eso se debe a la falta de legislación.
UN PROBLEMA DE "JURISDICCIÓN"
Ya que la Ley debe ser aprobada por la Asamblea Legislativa, se espera que los diputados cuenten con la apertura y el interés para discutir un tema trascendental para el país.
Ibarra, quien forma parte de la Comisión Nacional para la Sociedad de la Información, subrayó que el país ya debería tener, como mínimo, esa ley aprobada.
"No tanto para el comercio local, es un elemento necesario pero no ha sido indispensable para hacer transacciones; pero sería bueno, positivo, que tuviéramos leyes como la firma electrónica para darle más tranquilidad y confianza especialmente a los de afuera (empresas extranjeras)", dijo.
El abogado Ricardo Cevallos elaboró, a solicitud del gobierno, el borrador de un anteproyecto de Ley de Comercio Electrónico, allá por 2000. La aprobación de este documento, que tuvo como base la Ley Modelo de Comercio Electrónico de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no prosperó, quizás por los momentos difíciles que enfrentaría la economía del país después de los terremotos y la negociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
Sin embargo, como experto en el tema, Cevallos opina que si bien las transacciones comerciales ya están reguladas, las leyes locales están desfasadas respecto a los medios por los cuales se puede comerciar, uno de ellos es Internet.
"El problema básico del comercio electrónico es la jurisdicción. Si compro aquí no hay problema, pero si lo hago por Internet, en otro país, es difícil ubicarlo geográfica y legalmente", reflexionó. Y añadió que las leyes de e-commerce no buscan regular las transacciones, sino el medio.
Figueroa lo confirma: "Lo que se hace es legislar o establecer seguridad jurídica a todos los usuarios de Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) cuando realicen transacciones mediante comunicaciones electrónicas. Lo que se busca se da y es imposible controlar. (...) Lo que queremos con la Ley de Comunicación y Firma Electrónica es garantizar las operaciones que se realizan a través de documentos electrónicos".
Herrera afirma que una vez se cuente con legislación, uno de los servicios que debería agilizarse es el sistema de pagos, para facilitar transacciones comerciales.
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